El PP es un partido sorprendente. Sin duda alguna, puede decirse que se ha ganado a pulso el premio a la plataforma más incoherente de la actualidad. Si hay un partido político incoherente y oportunista en este país, ese es sin duda el Partido Popular. No obstante, esta faceta de incoherencia del PP ya la conocíamos todos, lo que nos trae de nuevo la actualidad es una nueva característica del PP (desconocida por aquellos que aun no nos habíamos enterado): la amnesia.
El PP sufre amnesia. Ya no recuerdan ni sus propias recetas para salir de la crisis. No recuerdan que fueron ellos los que no paraban de insistir en la necesidad de recortar drásticamente el gasto público, los que decían que Zapatero era un populista que no se atrevía a tomar medidas duras, los que decían que el gobierno estaba sometido a los sindicatos, y los que se quejaban constantemente del endeudamiento público mientras gobiernan las comunidades autónomas más endeudadas de España. El PP no se acuerda de nada. Se han despertado un día por la mañana y se han transformado de repente en los máximos defensores de gasto social, de las pensiones y de los trabajadores (Cayo Lara debe estar muerto de miedo, ahora que estos del PP se han hecho de izquierdas lo mismo le quitan votos).
Al contrario que el PP, el gobierno del PSOE apostaba por la inversión pública y la protección social para salir de a crisis. Y fue lo acertado, en épocas de caída de la producción es necesario que el sector público actúe de forma contracíclica con el presupuesto, asumiendo un déficit público que frene la caída de la demanda agregada de bienes y servicios de la economía. No obstante, una vez que hemos salido de la recesión, y con el elevado déficit público que tenemos, se hace necesario tomar medidas para reducirlo. Ahora SI es necesaria la austeridad, una vez que ya hemos visto señales de crecimiento de la demanda privada de bienes y servicios, el sector público debe reducir la suya para pagar las deudas y permitir que el crédito llegue más fácilmente a las empresas.
Y es ahora cuando la incoherencia del PP actúa, cuando su populismo les lleva a cambiar de opinión para sacar unos cuantos miles de votos, que vendrán de unos cuantos miles de votantes despistados por la prensa. Ahora votarán en contra de la reducción del gasto público después de haber ansiado tal medida, como hicieron con la supresión de la deducción de 400€ del IRPF (votaron en contra de suprimir la deducción, como también se opusieron en su día a realizarla).
Pero lo mejor de todo es la alternativa del PP a la propuesta del Gobierno de reducir el gasto. El PP se llena la boca con la palabra “austeridad”, y para demostrarlo realizan unas propuestas que TAN SOLO REDUCEN EL GASTO EN 100 MILLONES.