Los próximos cuatro años que le esperan a la República francesa bajo
la presidencia de Hollande, evidenciarán qué otra política económica es
posible, que Europa no está condenada a la austeridad por encima de todo mientras
el Estado del Bienestar se deteriora. En
definitiva, que hay una alternativa al modelo Merkel; al modelo neoliberal que
la derecha europea está aplicando en los países donde gobiernan, poniendo en
riesgo los pilares básicos del Estado del bienestar. Hay una alternativa
socialdemócrata, en el que se puede combinar el crecimiento económico,
preservando la igualdad de oportunidades, y en el que no haya que resignarse a
la mera austeridad en detrimento de los derechos sociales para salir de la
crisis.
Estos años atrás hemos podido observar
cómo el neoliberalismo se volvía a fortalecer cada vez más permitiendo
la situación de desregularización de los mercados que hoy vivimos; y cómo los
partidos conservadores ganaban las elecciones en distintos países de la UE. Es
más, el ya Ex-Presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, asumió la
refundación del capitalismo, presentándolo como el único modelo posible de progreso
y crecimiento económico.
Hasta
hace unos meses, muchos analistas políticos catalogaban de adversa la situación
que vivía la izquierda europea y en concreto los partidos socialdemócratas; sin
embargo, tras el triunfo de Hollande parece ser que esas percepciones han cambiado.
Pero la pregunta es: ¿Puede la socialdemocracia volver a ser la ideología destacada
en Europa? Todo ello depende de cómo vayan a ser los próximos meses de Europa con
el contrapeso que va a suponer Hollande frente a la política económica impuesta por la Canciller alemana.
A mi
modo de ver, y a pesar de la situación
que viven algunos partidos socialdemócratas como el PSOE en España, el Partido
Socialista en Portugal o el PASOK en Grecia, se está produciendo de forma
gradual un giro ideológico en los países de la Unión Europea: hace un año el
Partido Socialdemócrata de Dinamarca ganó las elecciones parlamentarias, y
también es el caso del resultado obtenido por el Partido Laborista en las
elecciones municipales británicas, o el del Partido Socialdemócrata Alemán en las elecciones
legislativas en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia hace
tan solo unas semanas. Todo ello puede ser el antecedente a un triunfo
socialdemócrata en distintos países europeos.
Para conseguir ese éxito, ahora toca elaborar un discurso
socialdemócrata y europeísta , fuerte, defendido por François Hollande a la
cabeza, y trabajar por una Europa cada vez más unida y diversa, abanderando
el fortalecimiento del Estado del Bienestar
y las conquistas sociales como seña de identidad de la izquierda europea.
Luis López
Buena reflexión Luis!
ResponderEliminarLamentablemente, este cambio político que se está experimentando en Europa no se debe a ninguna victoria ideológica socialdemócrata. Al contrario, se trata del simple desgaste de los gobiernos nacionales en época de crisis. Todo gobierno caerá, del color que sea. Porque todo gobierno, del color que sea, tiene las manos atadas.
La clave de del discurso está en la refundación de la UE, que está claro que ha sido un fracaso completo. Sólo así se saldrá de la crisis a través de un fortalecimiento social! Mi particular pronóstico es que Merkel verá pronto las orejas al lobo y las cosas se relajarán. No olvidemos que la economía alemana depende de las exportaciones para su crecimiento económico y de seguir las cosas así ni nosotros compramos ni ellos exportan y nos vamos todos de cabeza al abismo.