miércoles, 5 de septiembre de 2012

PENSAMIENTOS VERANIEGOS


            Este verano ha sido muy duro, lo que empezó siendo una crisis financiera se ha convertido finalmente en una de las mayores crisis sociales de los últimos tiempos. Recortes, resurgir de nacionalismos de muy diversa índole y el oportunismo político han saltado a la palestra. Con este pequeño escrito quiero compartir con vosotros lo que empezó siendo una simple curiosidad por mi parte, y es tratar de saber que espera mi entorno (amigos, familiares, conocidos y algún desconocido) de los políticos y, en especial, de un partido de izquierdas. Por todo ello, me gustaría señalar que no pretendo alcanzar una visión objetiva, pero creo que sí se puede adaptar medianamente a la realidad.

            La primera idea que salta es la de desconfianza y desánimo, puedo decir que la gente no tiene confianza en la política. Como dice un compañero, cuando a la gente no se le cuanta la verdad, se siente estafada y, por tanto, se desengaña. Se ve a los políticos como personas que buscan el beneficio propio y no el de la comunidad y esta idea conlleva otra idea que está muy de moda: todos los políticos son iguales. Yo creo que estas premisas son muy peligrosas, pueden derivar en populismos (como es el caso de UPyD o el partido de Mario Conde) y, por tanto, en un detrimento de la calidad democrática.

            La segunda idea surge al hilo de la anterior y es que en España hay demasiados políticos. De esta afirmación tan manida últimamente me gustaría hacer tres comentarios:

1.     . 1. Bajo mi punto de vista, en este país hay muy pocos políticos. A mí me gustaría que fuera una democracia con 47 millones de políticos y no 400.000. La democracia debe ser activa, con un control de las instituciones públicas efectivo por parte de los ciudadanos y con un interés por parte de estos. Lo público, lo de todos, debe ser sentido como algo propio y no como algo del gobernante de turno.

2.    2. Todas las instituciones y organismos públicos deben ser abiertas, transparentes y con un alto grado de explicación. Todos los ciudadanos deben conocer a qué se dedican sus instituciones y porqué, para ello se debe exigir un aumento de comparecencias públicas. Siempre he creído que si explicas una decisión con veracidad y sentido pedagógico, la ciudadanía podrá entenderlo y llegar a aceptarlo, es decir, tratar a la gente como “mayor de edad”.

3.      3. La Tecnocratización de la política. En los últimos años, la política ha cedido ante una gestión empresarial de los Estados, ganado esta idea muchos adeptos. Bajo mi punto de vista, un ayuntamiento o un país no puede gestionarse como una empresa, o una familia. Un Estado no debe buscar el beneficio propio, sino el bien y porvenir de sus ciudadanos, bajo una base de igualdad sobre cualquier otra premisa.

La tercera gran idea es la crisis del modelo de Estado, es decir, existe una corriente centralizadora en pos de las Autonomías. Estas pasan a convertirse en las culpables de todos los males, y por tanto, a ser atacadas por un nacionalismo español que despierta las fobias de los nacionalismos periféricos. Por otro lado, encontramos el descrédito de la Unión Europea y de sus políticas (siendo algunas de ellas francamente erróneas). Yo creo en un Estado autonómico, incluso en uno federal, por dos razones fundamentalmente. La primera es que el poder se sitúa más cerca de los ciudadanos. De este modo, podrá satisfacer de mejor manera sus anhelos y necesidades. Y la otra, es que la calidad democrática es mayor. Los ciudadanos tienen un mayor acceso a los gobernantes y estos se sienten más “presionados”. Al estar el poder diversificado, se disminuyen los riesgos dictatoriales y populistas. De la misma forma, creo fervientemente en una Europa unida, símbolo y guardiana de la paz, pero esta unión no debe quedarse solamente en lo económico, sino que debe adentrarse sin complejos en una verdadera unión política y social que conlleve la formación de un Europa Federal.

Para finalizar, me gustaría señalar lo que, a título personal, espero del PSOE en los próximos tiempos. En primer lugar, debe ser un partido lo más democrático posible, en el que convivan tendencias y no un pensamiento único, en el que la distancia entre los militantes y los cuadros sea pequeña y, principalmente, en el que el debate interno (pero público) sea la principal seña de identidad. Desde luego, esta democracia interna será inexistente, si no se eligen a los secretarios generales y candidatos mediante voto de todos los militantes. Otro aspecto básico debe ser la ejemplaridad en todos los ámbitos, no se puede exigir nada a nadie, si tú mismo no lo estás haciendo. Esta ejemplaridad rigurosa debe ser el principal cimiento sobre el que debe asentarse nuestra organización. También espero que sea capaz de entender todas las demandas sociales, algunas de las cuales se han ido mencionando anteriormente, pero que no se deje arrastrar por ellas. Y por supuesto, ser un partido europeísta, que defienda y participe de primera mano en el proyecto europeo.

Los próximos años serán años duros, de cambios y de luchas, pero espero que lo sean también de diálogo y de pacto. Yo os animo a todos y a todas a ser protagonistas, a que defendáis vuestros principios y a que soñéis por un futuro que todavía no ha sido escrito.

Javier de las Heras Molina

1 comentario:

  1. En estos momentos tan duros hace falta una reflexion profunda no solo de a lo que nos estamos enfrentando, sino también al futuro que está por venir. Tras varios años de mal llamada "Crisis" nos damos cuenta que las medidas siempre llegan con un año de retraso, y por ello no sirve para nada.
    En toy contigo en que tenemos que ser 47mill de políticos, pero ese es nuestro trabajo, convencer al resto. Y como bien dices la politica se tiene que abir a todo el mundo desde una destecnificación, hasta una situción más cercana al ciudadano, pasando obviamente por un proceso abierto y público de elección de cargos.
    Lo dicho muy buen artículo y espero el siguiente co ganas.

    ResponderEliminar