Este
verano ha sido muy duro, lo que empezó siendo una crisis financiera se ha
convertido finalmente en una de las mayores crisis sociales de los últimos
tiempos. Recortes, resurgir de nacionalismos de muy diversa índole y el
oportunismo político han saltado a la palestra. Con este pequeño escrito quiero
compartir con vosotros lo que empezó siendo una simple curiosidad por mi parte,
y es tratar de saber que espera mi entorno (amigos, familiares, conocidos y
algún desconocido) de los políticos y, en especial, de un partido de
izquierdas. Por todo ello, me gustaría señalar que no pretendo alcanzar una
visión objetiva, pero creo que sí se puede adaptar medianamente a la realidad.
La primera idea que salta es la de desconfianza y
desánimo, puedo decir que la gente no tiene confianza en la política. Como dice
un compañero, cuando a la gente no se le cuanta la verdad, se siente estafada
y, por tanto, se desengaña. Se ve a los políticos como personas que buscan el
beneficio propio y no el de la comunidad y esta idea conlleva otra idea que
está muy de moda: todos los políticos son
iguales. Yo creo que estas premisas son muy peligrosas, pueden derivar en
populismos (como es el caso de UPyD o el partido de Mario Conde) y, por tanto,
en un detrimento de la calidad democrática.
La segunda idea surge al hilo de la anterior y es que en España hay demasiados políticos. De
esta afirmación tan manida últimamente me gustaría hacer tres comentarios:
1. . 1. Bajo mi punto de vista,
en este país hay muy pocos políticos. A mí me gustaría que fuera una democracia
con 47 millones de políticos y no 400.000. La democracia debe ser activa, con
un control de las instituciones públicas efectivo por parte de los ciudadanos y
con un interés por parte de estos. Lo público, lo de todos, debe ser sentido
como algo propio y no como algo del gobernante de turno.
2. 2. Todas las instituciones
y organismos públicos deben ser abiertas, transparentes y con un alto grado de
explicación. Todos los ciudadanos deben conocer a qué se dedican sus
instituciones y porqué, para ello se debe exigir un aumento de comparecencias
públicas. Siempre he creído que si explicas una decisión con veracidad y
sentido pedagógico, la ciudadanía podrá entenderlo y llegar a aceptarlo, es
decir, tratar a la gente como “mayor de edad”.
3. 3. La Tecnocratización
de la política. En los últimos años, la política ha cedido ante una gestión
empresarial de los Estados, ganado esta idea muchos adeptos. Bajo mi punto de
vista, un ayuntamiento o un país no puede gestionarse como una empresa, o una
familia. Un Estado no debe buscar el beneficio propio, sino el bien y porvenir
de sus ciudadanos, bajo una base de igualdad sobre cualquier otra premisa.
La tercera gran idea es la crisis del modelo de
Estado, es decir, existe una corriente centralizadora en pos de las Autonomías.
Estas pasan a convertirse en las culpables de todos los males, y por tanto, a
ser atacadas por un nacionalismo español que despierta las fobias de los
nacionalismos periféricos. Por otro lado, encontramos el descrédito de la Unión
Europea y de sus políticas (siendo algunas de ellas francamente erróneas). Yo
creo en un Estado autonómico, incluso en uno federal, por dos razones
fundamentalmente. La primera es que el poder se sitúa más cerca de los
ciudadanos. De este modo, podrá satisfacer de mejor manera sus anhelos y
necesidades. Y la otra, es que la calidad democrática es mayor. Los ciudadanos
tienen un mayor acceso a los gobernantes y estos se sienten más “presionados”.
Al estar el poder diversificado, se disminuyen los riesgos dictatoriales y
populistas. De la misma forma, creo fervientemente en una Europa unida, símbolo
y guardiana de la paz, pero esta unión no debe quedarse solamente en lo
económico, sino que debe adentrarse sin complejos en una verdadera unión
política y social que conlleve la formación de un Europa Federal.
Para finalizar, me gustaría señalar lo que, a título
personal, espero del PSOE en los próximos tiempos. En primer lugar, debe ser un
partido lo más democrático posible, en el que convivan tendencias y no un
pensamiento único, en el que la distancia entre los militantes y los cuadros
sea pequeña y, principalmente, en el que el debate interno (pero público) sea
la principal seña de identidad. Desde luego, esta democracia interna será
inexistente, si no se eligen a los secretarios generales y candidatos mediante
voto de todos los militantes. Otro aspecto básico debe ser la ejemplaridad en
todos los ámbitos, no se puede exigir nada a nadie, si tú mismo no lo estás
haciendo. Esta ejemplaridad rigurosa debe ser el principal cimiento sobre el
que debe asentarse nuestra organización. También espero que sea capaz de
entender todas las demandas sociales, algunas de las cuales se han ido
mencionando anteriormente, pero que no se deje arrastrar por ellas. Y por
supuesto, ser un partido europeísta, que defienda y participe de primera mano
en el proyecto europeo.
Los próximos años serán años duros, de cambios y de
luchas, pero espero que lo sean también de diálogo y de pacto. Yo os animo a
todos y a todas a ser protagonistas, a que defendáis vuestros principios y a
que soñéis por un futuro que todavía no ha sido escrito.
En estos momentos tan duros hace falta una reflexion profunda no solo de a lo que nos estamos enfrentando, sino también al futuro que está por venir. Tras varios años de mal llamada "Crisis" nos damos cuenta que las medidas siempre llegan con un año de retraso, y por ello no sirve para nada.
ResponderEliminarEn toy contigo en que tenemos que ser 47mill de políticos, pero ese es nuestro trabajo, convencer al resto. Y como bien dices la politica se tiene que abir a todo el mundo desde una destecnificación, hasta una situción más cercana al ciudadano, pasando obviamente por un proceso abierto y público de elección de cargos.
Lo dicho muy buen artículo y espero el siguiente co ganas.